LA BÉTICA, LA MAYOR EXPORTADORA DE ACEITE

La provincia romana de la Bética (Andalucía, España) era, según los historiadores romanos, una de las grandes productoras de aceite de oliva. Ya Estrabón, en época de Augusto, afirma que a Puteoli (Pozzuoli) llegaban de la Bética numerosas naves, de gran tamaño, con productos alimentarios, entre ellos el aceite.

La prospecciones arqueológicas realizadas en el valle del Guadalquivir han demostrado que la zona de producción de aceite y ánforas se concentraba entre Córdoba, Sevilla y Écija. Zona con la forma de un rectángulo de cerca de 149 x 37 km.; dividida en diagonal por el Guadalquivir, que aquí recorre más de 90 km. Este área fue ampliamente habitada desde la antigüedad, debido a la riqueza de sus yacimientos minerales, que fue la causa principal de la prosperidad y el desarrollo económico de la región. La agricultura se convirtió rápidamente en uno de los pilares de la actividad económica, gracias a la fertilidad del suelo y a la disponibilidad de agua dulce.

 Mapa de los centros productores de ánforas a lo largo de los ríos Guadalquivir y Genil (Andalucia, España).

Esta superficie comprende un complejo de pequeños pueblos aislados sobre un territorio que posee una unidad geográfica dada por el río; éste hace de unión y de medio de comunicación entre los varios asentamientos humanos. Junto a las orillas del río han sido encontrados más de cien centros de producción de ánforas.

Esto entraña una peculiar organización de la producción de envases, que no se hallan localizados en las distintas haciendas, sino concentrados en los puntos de embarque del producto, lo que significa que las alfarerías en las que se produjeron las ánforas para envasar aceite trabajaron para las fincas situadas en sus proximidades.


Reconstrucción de un horno para la cocción de ánforas Dressel 20.

Algunos de estos hornos cocían ánforas para pocos productores de aceite; otros, en cambio, produjeron ánforas para muchos individuos, manteniendo su actividad durante largo tiempo.

Algunos centros productores de ánforas, como los de La Catria (Lora del Río, Sevilla), por ejemplo, tenían una extensión superior a las 20 hectáreas. En estos centros debieron trabajar un gran número de operarios, tal vez de forma estacional. Las excavaciones han demostrado que existían baterías de varios hornos que trabajaban al mismo tiempo en cadena. Los hornos, de forma circular, tenían una altura de casi 6 metros y estaban construidos utilizando, para hacer sus muros, los restos de las ánforas rotas.


Horno de Arva (Alcolea del Río, Sevilla).


Horno de Arva (Alcolea del Río, Sevilla).


Horno de El Tejarillo (Alcolea del Río, Sevilla).
Conserva aún una altura de cuatro metros.